Aunque la automatización de los procesos y la posibilidad de trabajar con robots colaborativos nos ayuda a liberar a los trabajadores de muchas de las tareas más pesadas y repetitivas, siguen existiendo operaciones en las cuales el operario se tiene que encargar de dicho cometido.
En muchos casos éste aspecto tiene consecuencias negativas tanto para el trabajador como para la empresa:
- Lesiones musculares.
- Cansancio.
- Falta de atención generada por el agotamiento.
- Disminución de la productividad.
- Errores.
- Bajas laborales.